Trump rompe esquemas con sus audaces promesas sobre inmigración en EE. UU. | Inmigración en Estados Unidos | EL PAÍS US
El 20 de enero marcará el inicio de una extensa serie de medidas que el presidente electo, Donald Trump, tiene en mente implementar contra los migrantes, las cuales abarcan desde la deportación masiva de indocumentados hasta la revocación de la ciudadanía de aquellos nacidos en el país. Sus intenciones son evidentes, pero la posibilidad de que las lleve a cabo no es tan clara. El republicano ha llegado a declarar que le gustaría ser dictador por un día, y esa podría ser la única forma de concretar algunas de sus promesas, dado que muchas de ellas contradicen las leyes vigentes desde el siglo XIX, además de enfrentar complicaciones operativas, políticas y éticas.
Probablemente, el asunto más controvertido sea la retirada de la ciudadanía por nacimiento. En su primera entrevista tras la victoria electoral, concedida a la cadena NBC, al ser preguntado si pensaba sacar adelante la medida desde el primer día, Trump respondió: “Sí, absolutamente”. Para ello, tendría que saltarse por alto la 14 Enmienda de la Constitución, que desde 1870 otorga la ciudadanía a cualquier persona nacida en el país, con la única excepción de los hijos de diplomáticos.
Una orden ejecutiva del presidente no puede cambiar la Constitución, aunque existen riesgos. Uno sería reinterpretar la enmienda cuando dice que el derecho lo tienen las personas que están “bajo la jurisdicción del Estado”.